sábado, 19 de diciembre de 2009

Y s'hició.

Realmente es bonito estar vivo, ¿verdad, Hipocondria?; uno se da cuenta en los rincones más insospechados de su burda existencia. Porque un día, cualquier día, abres los ojos, y ves delante de ti un milagro. Esta tarde venía yo del loquero, y estaba echando en falta a esas horas de la tarde el alumbrado navideño de la Alameda, esas redes de luces que hacen parecer los árboles un bosque encantado... Estaba pensándolo cuando... "¡plin!" se encendieron dos árboles. Oí una voz tras de mí: "Hágase la luz... Y s'hició" Profundamente impresionada, tuve el tiempo justo de volver la cabeza mientras me alejaba entre la muchedumbre, para ver a ese abuelillo con boina que se quedaba apostado en su portalillo. Yo le sonreí, por si era Papá Noel de incógnito, pero no era esa la verdadera cuestión. ¿En qué boca de estúpido "fashion" hubiera escuchado yo tan bellas palabras? ¿Qué profundidad insospechada podría yo encontrar en la mente de quién?... Pues no podría ser más que en la mente de alguien de tan puro y cabal pensamiento que no le han importado los perfectos fuertes latinos ni lo que la lengua de Cervantes haya querido hacer con ellos. ¿Qué más da todo eso? ¡Morralla, intrascendente! "Y s'hició". Y s'hició, joder, qué... hermoso. Un perfecto analógico y un pronombre apocopado. Suficientes para hacer todo.

martes, 24 de noviembre de 2009

No quiero pulsar el botón rojo

Lo confieso y que nadie se asuste, pues nunca pensé ponerlo en práctica: ha habido momentos en mi vida en que he pensado que no sería malo eliminar en un instante pulsando un botón a todos los hombres del planeta. Por "hombres" no me refiero a seres humanos, me refiero a todos los "machos" de esta especie. ¿Cómo nos reproduciríamos? Eso ya se vería. Pero ¿y lo tranquilo que se quedaría el mundo?- pensaba yo. Un amigo - quizá el único al que podía decirle esto en confianza - sabe de mi imaginario plan desde hace tiempo, y tenéis que saber, desagradecidos, que si no pulsé el botón rojo fue porque él me paró a tiempo. Él estaba allí en el momento oportuno, en el lugar preciso, justo a punto de que me sumiera en la amargura del absoluto escepticismo. Porque él... ¡pensaba las cosas! Y además de un modo a veces parecido al mío. Desde ese momento lo subí al rango de héroe. Él había nacido para salvaros el cuello, y a todos los que se dedicaban a arrastrar el nombre de vuestro género por la peor mierda. Porque soy blanda en el fondo, o porque soy gilipollas y me quedé pillada en los cuentos de hadas, quería que alguien me disuadiera de apretar el botón rojo. Pero ya le he quitado a mi amigo el cargo de Salvador del género masculino. No es justo que él tenga que cargar con ese peso. Me ha preguntado por qué y yo no sé qué decirle. No tengo ningún derecho a pedirle que sea un chico inteligente y genial para demostrar que la mitad de la Humanidad es aprovechable y digna de amor. No tengo ningún derecho a pedirle que se salve, mejor dicho que me salve, que me saque de este agujero de resentimiento. <---( Anda, mira, la bandera japo!!!) Porque es obvio que el problema es mío. Un profesor mío comentaba hace días la injusticia de que cuando un matrimonio se separa, la mujer se quede con los hijos y la casa. Como soy tonta fui sincera, aunque me costara: racionalmente sé que es una injusticia; pero mi corazón dice otra cosa muy claramente, clara como el día. Mi profe me miró y me preguntó si soy feminista, y cuando yo le dije que no, que es sólo que no puedo fiarme de los hombres, dijo: - Pues eso es algo que tienes que trabajártelo... Porque así no estás bien. Me sentó como una patada que me dijera que tengo que trabajármelo, para qué mentir. Si a alguien le parece que en mis palabras hay odio, diré que si lo hay no es porque no intente reprimirlo. Yo soy la que siendo una niña pedía al Cielo que me partiera un rayo el día que me enamorase, y me juraba a mí misma calamidades si me fiaba de un hombre. ¿"Trabajar" qué? He crecido y sé que las cosas no son negras ni blancas, y que también dicen que las mujeres somos un coñazo. Pero oh, he visto tantos ejemplos de hombres egoístas, fanfarrones, crueles, infantiles, violentos, débiles, impulsivos, majaretas, irrazonables, cobardes... que descargaban sus defectos en las mujeres... He tenido la mala suerte de verlos. ¿"Trabajar" qué? Yo sólo estoy esperando... Yo sólo estoy esperando, yo sólo estoy deseando ver y creer que existen los buenos chicos. Estoy esperando. Por favor...

sábado, 21 de noviembre de 2009

Un blog remolón

Tengo un amigo que dice que un buen blog se construye poco a poco... Como este no es un buen blog, no tengo que preocuparme. Como este no es un buen blog, puedo hacer lo que quiera con él. Puedo escribir sin rumbo, puedo lamentarme en él, puedo decir chorradas, puedo hacer lo que quiera. Puedo, puedo. Y por eso es tan genial. Por eso es mi blog remolón. Esto es mi tiranía, mi reinado absolutista: este blog. Todas mis páginas en blanco, todas mis entradas no editadas, son mías. Es casi una sensación de poder desbordante. Quizá porque soy egoísta, escribo un blog.

viernes, 6 de noviembre de 2009

La venganza de Santa Claus

Como Jack intentó adueñarse de la Navidad, supongo que Santa Claus se propuso este año adueñarse de Halloween; por eso el día 31 ya estaban los turrones en el super y los empleados del ayuntamiento colgando las luces por las calles... Hipocondria también se ha adueñado de mí,y yo, de algún modo, también de ella. Si lo piensas, ¿no es romántico? Igual que dos amantes que se pertenecen mutuamente. Hay que joderse, que "hipocondría" tuviera que ser femenino, con lo bien que quedaría que Hipocondria fuera tío. - ù.ú Así me agradeces mi compañía... Hipocondria, tú cállate y vuelve a tus ensoñaciones lúgubres, que estoy hablando. - Pero si no sabes ni de lo que va esta entrada... Que te calles, leñe. Ahora que me estaba inspirando. Pues ya ha llegado el frío, Hipocondria, y en esta época del año siempre nos envuelve una dulce melancolía, una suave modorra... así como con la cara de alobaos de los que se están enamorando... - ¡Enamorándote! ¡Ja! Eso es la fieebree... Ay, Dios mío, ¡eso debe ser la gripe A! ¡Rápido! ¡Un médico! ¡Ay que nos morimoos! "Baka", quién te ha dicho que yo esté enamorándome. He dicho "como si". Pues tienes que saber que la Navidad es una época de apariencias, igual que Halloween. Sólo que en Halloween nos disfrazamos de muertos, y en Navidad nos disfrazamos de vivos. Por eso, igual que en las estanterías del Mercadona se mezclan las calabazas y los polvorones, un día de estos Santa se va a equivocar y va a traer a Rudolf vestido de reno sangriento. E igual que yo puedo parecer enamorada o puedo parecer indiferente, la realidad puede ser lo uno o lo otro o puede ser todo lo contrario. Así que tú, Hipocondria, eres mejor que cualquier amante, pues estás tan cerca de mí que puedes saber cuándo me disfrazo y cuándo no, incluso si yo misma no lo sé. -Ay qué bonito... Dame un cleenex... Y ve poniendo el video del Lamento de Jack antes de que los lectores nos linchen...

lunes, 19 de octubre de 2009

Hello, Ween! (la nave de Pi-piu, 2ª parte)

Hola, soy yo. Supuestamente la misma que tiene que preparar una clase para mañana y exponer delante de una audiencia de 20 personas serias. No. Yo no soy esa, como decía una canción... Realmente a mi corazón le importa un comino si esos niños aprenden algo o si parezco una buena oradora o no, ¿verdad? Luego, cuando mi máscara o disfraz - ahora que se acerca Halloween - esté en peligro, la mente pensará otra cosa. Pero esa que tiene que preocuparse de estudiar y de currar no tiene nada que ver conmigo. Yo soy algo peor, queridos niños... Yo soy esto. Yo soy una página en blanco, quizás. Una no sé cuánto que no sabe qué. Por eso me gusta la nave de Pi-piu. Todo se ve tan lejano aquí... Nadie se asustará de verme, por incompleta que esté. Mi psicóloga, que para suerte suya, nunca podrá entender mi verdadera naturaleza y calaña, me recomendó que me apuntase a algún cursillo o actividad de esos que tantos hay para relacionarse y compartir aficiones. Yo me puse a buscar el cursillo gratis para almas en pena en los tablones del Área de Juventud, pero no estaba. Sin embargo, sí he encontrado un montón de cosas curiosas que hacen los vivos vivientes. Por supuesto, está el cursillo de ofimática para desempleados, el de reparación de calzado y el de maquillaje con maletín de pinturitas de regalo. Tampoco podía faltar el de clases de salsa (ve con pareja, y si no la tienes, ya sabes a lo que vas), el de aerobic, el de escritura creativa y el de teatro. Y seguro que también sabías que hay gente que se reúne para hacer tai-chi, meditación budista, yoga, o aprender sobre las flores de Bach. También, y uno que me gusta mucho, es el taller de encaje de bolillos. Pero resulta que eso no es más que el principio. Resulta que hay un grupo de gente que se reúne algunas tardes en una tetería adonde acude un cuentacuentos que cuenta cuentos al revés. Resulta que hay un encuentro de intercambio libre de idiomas (¿cómo será eso?) en un callejón del centro de la ciudad. Resulta que hay una escasa y extraña porción del género humano que a partir de las 22h del sábado sale por esta ciudad a repartir una especie de "Happy Meals" a los "sintecho"... Resulta que hay una casa de okupas donde se discute sobre arte y cultura... Es que resulta que hay un club de astrónomos que recitan poesía delante del telescopio. Y gente que en vez de irse al "Bershka" se ha inventado algo que llaman "La Tienda gratis" que consiste en que dejas allí la ropa que no quieres y coges lo que te dé la gana. También los hay que comen cocina vegetariana mientras escuchan música de piano, y pequeños conciertos donde fusionan flamenco con tango, milonga, malambo, tap irlandés y el sonido ancestral del bombo legüero con ritmos árabes y africanos con música moderna... (leo textualmente). Y esto no es nada. En fin, tantas cosas que han desatado mi imaginación de fantasma con ganas de atravesar paredes... ¿Cómo demonios será la atmósfera en uno de esos pequeños y escondidos sitios donde se reúne esa gente para hacer esas cosas extrañas, mientras yo paseo otra tarde nubosa confundiéndome entre la gente y la luz de las farolas? Oh, Dios. Así va a ser mucho más difícil encontrar mi forma.

sábado, 10 de octubre de 2009

Chocolate, mentiras y series anime

No tengo nada especial que decir, pero siempre es un lujo poder expresar algo, sentarse tranquilamente junto a la ventana y pensar: "ahora voy a decir lo que me salga del alma". Pues ¿no es verdad, Hipocondria mía, que en esta apartada orilla/ más pura la luna brilla/ y se respira mejor?... Pues la otra noche estábamos Hipocondria y yo tan ricamente aquí sentadas comiendo bombones y viendo anime, sería a eso de las 12, cuando en este bloque de vecinos que a esa hora está más silencioso e inmóvil que las tapias del cementerio, se oyó algo... Algo que ni Shakespeare, ni Quevedo, ni Lope de Vega, ni Bécquer, ni Góngora... ni Petrarca ni Dante ni Garcilaso de la Vega... dijeron sobre el amor... El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de contar, sus quejas imitando; [...] ¡Oh más dura que mármol a mis quejas, y al encendido fuego en que me quemo más helada que nieve, Galatea!, estoy muriendo, y aún la vida temo; témola con razón, pues tú me dejas... - TONIOOOOOOO, TRAE P'ACÁ ESOS CALZONES, GUARRO, QUE CON ESE PESTE NO SE PUÉ PARÁ A TU LAO... - ¡ESTARÁ LOCA LA TÍA HISTÉRICA!, QUE ME DEJES YA COÑÑOO... QUE QUIERO DORMÍI - ¡¡COMO NO ME DES ESOS CALZONES PA LAVARLOS A VÉ QUÉ VA A PASÁ AQUÍ ESTA NOSHE!! - ¡VEETE A LA MIERDAA...! - ¡VETE TÚ, MAMARRACHO! Ahora eso de "Oh Romeo Romeo... ¿por qué eres tú Romeo?...", eso suena a tontería al lado de la fuerza expresiva del amor verdadero y auténtico, señores. Habráse visto, la sarta de estupideces que escribían, y escriben, los poetas. Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe. (Lope de Vega) Ahora comparemos todo eso con estas dos exclamaciones: - ¡VEETE A LA MIERDAA...! - ¡VETE TÚ, MAMARRACHO! (El Antonio y la Mari, 32 años de casados). El peso de la sabiduría y de la experiencia relucen como el oro allí donde se pongan. Si es que es lo que digo yo, qué bonito es el amor, cómo lo trastoca todo poniendo ese puntito, ese no sé qué de sentimiento, en cada pequeña cosa de la vida... Qué. No me miréis así. Es cierto que nunca he tenido novio, pero ni falta que me hace. "Love is in the air"...

domingo, 27 de septiembre de 2009

Cosas que las palabras no pueden decir

martes, 15 de septiembre de 2009

La caverna de Platón y la melancolía de Haruhi

"Qué extraña escena describes y qué extraños prisioneros. Son iguales a nosotros." Platón, República, Libro VII. Mi profe de filosofía solía decir que si Platón levantara la cabeza y viera la televisión, diría: "La caverna, la caverna..." Y eso que Internet es mucho más remolón y adictivo que la televisión, al menos esa es mi experiencia. Porque la tele consiste en quedarte 3 horas mirando agilipollado todo lo que te echan, pero Internet consiste en quedarte 6 horas buscando agilipollado no sabes muy bien qué; ya no te acuerdas. O sea, es una droga mucho más dura, hacedme caso. ^^ Los que estais aquí lo sabéis, pues habeis caído a estas profundidades del abismo donde estoy yo escribiendo este blog. Muahahaha... Yo jamás he fumado (ni tabaco ni nada), tengo una manía casi supersticiosa contra el alcohol y desde mi tierna infancia he tenido prohibido el chocolate. Nunca he seguido ningún programa de televisión ni ninguna serie. Pero hace dos años me pusieron Internet y ahora estoy más enganchá que Amy Winehouse. U.U Bueno, ahora a Hipocondria y a mí nos dan unas pastis muy raras, pero dicen que no hay de qué preocuparse, que son caramelos... Si, ya: como los que comercializaba Lau con el nombre de la compañía Phantomhive. Señor Platón, yo le juro que su mito de la caverna siempre me moló; sobre todo me enamoré perdidamente de esas dos frases de ahí arriba. Suena tan guay, tan grave, tan tan... Platón. Yo también pensé que aquellos hombres atados en la caverna y que no habían visto en su vida más que sombras en una pared eran pobres hombres, ni siquiera hombres completos, porque no habían tenido la posibilidad de experimentar las cosas verdaderas de allá afuera ni de conocer más. También creo que esos extraños prisioneros son iguales a nosotros. Yo, por ejemplo. Yo estoy "atada" delante de mi ordenador incontables horas. Supongo que mientras pasan muchas cosas ahí fuera, sale el sol, giran las estrellas, muere gente, alguien llora. Pero mientras Chii lee su cuento en voz alta y yo la escucho hipnotizada, no me entero de nada de eso. "En aquella ciudad no había nadie. Las luces brillaban y las ventanas estaban encendidas, pero en la calle no había nadie. Miré por una ventana: había una persona. Pero estaba con eso. Miré por otra ventana: había otra persona. Pero, como ya esperaba, estaba con eso. Porque estar con eso es más divertido. Más divertido que estar con otra persona... En aquella ciudad, no había nadie. La gente ya no sale". Eso es. Yo estoy soñando con sombras de sombras, porque ni siquiera esa realidad que vemos en el mundo "real" es la verdad, ¿no, Platón? Chii, que es un sueño, lee su cuento; yo la escucho a ella, pero yo también soy mentira. Estoy en un mundo imperfecto y efímero que también es un sueño, pero encima yo cierro los ojos para soñar más profundamente. Platón me describe, Chii habla de que ya no salgo. Laberinto de espejos, sueño de sueños... Por más que pienso, no sé qué es eso del mundo de la Idea, no sé dónde está el truco, ¿dónde está la verdad? Por eso sigo aquí soñando. Es como estar perdida en una muchedumbre hasta casi olvidar tu nombre y sentir que nada tiene valor ni es único. Es como si el universo se desplomara,palmo a palmo. Por eso, sigo aquí viendo anime y remoloneando. A mí también me gustaría pensar que antes de que un mundo tan inútil se destruya, algo increíble, como un beso, pueda hacer que todo exista de nuevo.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Aúuuuuuuuu...!!

No, no es que me duela nada. O quizá sí. Pero lo que yo estoy haciendo es aullar.
Este que veis aquí, remoloneando cómodamente en mi cama, es Udo. Era. ¿Es?... Bueno, para mí siempre es y será mi perro, mi querido e irreemplazable amigo. Murió hace dos años y mi psicóloga me ha dicho que no piense en él, pero parece que no le estoy haciendo caso. Pero no es mi culpa. Es que he mirado el calendario y esta noche hay luna llena de nuevo.
Alaskan Malamute puro, hijo de los campeones del mundo en cuestión perruna, descendiente de lobos y hembras de los perros del pueblo malamute de las frías tierras de Alaska, capaz por su naturaleza de arrastrar un trineo de 500kg... Míralo, con qué cara de sinvergüenza me mira como diciendo: "Aiin, qué cómoda es tu camita, ¿de verdad que no quieres tenderte? Qué pena, porque ya estoy yo, ¿verdad?..." Eso también es algo que me dijeron que no hiciera, dejarle dormir en mi cama, porque eso significaba que él estaba en la misma jerarquía que yo. Pero para mí Udo no era inferior a mí. Yo quería a Udo de una manera más fuerte que a muchas personas. Aunque estaba harto de mí, a veces me dejaba abrazarlo. A veces la gente no comprendía nada, pero Udo lo comprendía todo en silencio.
Como buen descendiente de lobos, Udo organizaba sangrientas cacerías en casa. Huía a una velocidad endemoniada por el pasillo saltando sobre todos los obstáculos y sobre las camas, haciendo unos derrapes alucinantes. Especialmente le encantaba plantarse triunfante sobre la cama de matrimonio de mis padres, mostrándome descaradamente la presa entre sus dientes. Yo sabía que a él le encantaba ese juego, por eso corría todo lo que podía detrás de él. Y es curioso, porque llegó a encantarme correr como una salvaje y derrapar en las camas, y luego era yo la que le llevaba a Udo el desafío... ò,...,ó
La diferencia es que yo le llevaba su pelota o su perrito de goma, pero él siempre escogía como víctima algún pañito de cocina que mi madre acababa de lavar, o una toalla del baño, el último préstamo de la biblioteca... o si había suerte un cuarto de kilo de salchichas (en ese caso ya no había por qué correr detrás de él si apreciabas tu mano). También una vez dio un atraco de un sobre lleno de billetes de 50€. Ignoramos si se comió alguno.
Sí... Udo era mi "lobito"... Guapo, malo e intrépido. Para ser más perfecto, el canalla era educado e inteligente. Sabía dar la pata, sentarse, tenderse, traer cada cosa que le pedías por su nombre exacto. Y encima en inglés, así que ya sabía más que yo... También conocía la técnica de mirar con ojitos brillantes de pena. Pero eran los mismos ojitos que observaban metódicamente todos nuestros movimientos para saber cuál era la presa más valiosa y propicia para robar...
Del mismo modo que yo aprendí el placer de correr hasta la extenuación o de tirarme al suelo en cualquier rincón de la casa, Udo aprendió cosas de humanos. Después de pocas clases de canto y vocalización, y gracias a su talento innato, Udo era capaz de reproducir con gusto exquisito una melodía que yo le cantara o tocara con la flauta. Aunque eso sí, jamás le gustó el perfume.
Pero había algo que mi lobo no sabía hacer. El muy tonto aullaba cuando pasaban los bomberos. Pero no sabía aullarle a la luna. Por eso supongo que una noche de luna llena lo saqué a la terraza y le dije henchida de orgullo lupino: "Udo, ésa es a la que tienes que aullarle". ¿Y cómo podía yo enseñarle a Udo eso? Obviamente, sentándome a su lado y aullándole a la luna. Y cuando Udo me vio, me imitó. No puedo describir qué bien sonaba aquello. No puedo describir cuánto me gustaba aullar a la luna junto a Udo.
Sí... Que estoy como un cencerro, eso ya me lo han dicho. Pero a lo mejor parte de la culpa es porque tú ya no estás aquí, Udo. Ya no puedo aullarle a la luna.

sábado, 29 de agosto de 2009

Cactilio vive.

Sí. Mucha gente tiene en la torre de su pc cables fosforitos, ventiladores de colores psicodélicos, cajas translúcidas o cualquier diseño sorprendente y agresivo. Yo tenía, como buena aspirante a funcionaria que soy, un cactus al lado del monitor. Si os fijais no hay ningún administrativo de la Seguridad Social o de Hacienda que se precie que no tenga un cactus al lado del pc. Aún no tenía el empleo, pero ya tenía mi cactus... No era siempre el mismo. Por alguna razón, no les gustaba mi cuarto y se morían uno tras otro. Hasta que llegó él. Era especial. No era redondito, tenía forma de pepino en miniatura. Sí, siempre fue extraño, pero él sobrevivió y creció a mi lado mucho tiempo. Cada día era más grande y su forma se tornaba más curiosa. Era una especie de pequeño monstruo de los cactus. Ya me preguntaba si debería transplantarlo de su pequeña maceta a una más grande. Pero hace unos días, al volver de la Feria, noté un olor extraño en mi cuarto... Entonces le descubrí desmayado y partido en su macetita. Corrí hacia él. Le dije: "¿pero qué te ha pasado?". Y él me contestó con su silencio misterioso, mostrando su interior hueco, como si hubiera dado a luz a un minúsculo alien. En aquel momento a mi madre sólo se le ocurrió volver a plantarlo más profundo en la tierra, para ver si de alguna manera podía sobrevivir. Hasta que hace dos días, al amanecer, me desperté y miré hacia su rincón habitual. Me acerqué. La macetita estaba vacía y la ventana abierta. Como única pista, habían quedado unas cuantas púas esparcidas alrededor. Así que ya sabes, si ves un cactus mutante corriendo y remoloneando por ahí, dile que le espero en casa con los brazos abiertos.

martes, 18 de agosto de 2009

Recíclame, baby.

Y ahí estaba yo, esta mañana, de la cama al sofá arrastrando mis huesos como un zombie para intentar "despertarme" y coger mi desayuno cuando de repente... Lo vi... La bolsa del Mercadona donde mi madre guarda las galletas.
¿A quién demonios se le ocurrió poner una imagen tan brutalmente explícita en un objeto tan cotidiano y familiar como una bolsa del Mercadona? El que vea esto, que juzgue por sí mismo. "¿Pero qué está haciendo ese enorme contenedor con esa pequeña y delicada bolsa indefensa? Pero lo más fuerte es que... a ella parece que le gusta... Bueno bueno, eso cambia las cosas... Qué hentai, y encima en las bolsas del Mercadona... Mierda, tienen cara de estar pasándoselo bien. Pero esto qué es, ¿la conspiración burlona del universo contra mí o qué?" Yo me quedé en estado de shock delante de mi tazón de leche. Tardé un rato en recuperarme.
Claro, puede parecer una tontería para una persona cuya capacidad de recuperación sea normal, pero depende de tu estado físico y mental en ese momento. Hay que tener en cuenta que yo llevaba encima una semana de enseñar gramática española a una holandesa en inglés "andalú", 24 horas sin ver anime y una casi proposición de matrimonio de [coloca aquí el nombre de tu peor pesadilla], una noche de divagaciones filosóficas imposibles con un amigo que está pirao y una actuación de Malú de 3 horas que duró hasta la madrugada. Añádase a todo esto las pastis de Hipocondria, el dragoncito rosa y los piropos de los albañiles de la parada de autobús de mi calle.
Pero claro. Es que "tú tampoco eres muy normal". Es que "si hablamos de ser raro, tú..." Y "ser raro no es malo, es sólo ser diferente". "Es como si tuviera un formato que no es compatible..."
Ya lo sé. Esto no se entiende bien. Pero da igual. Escribo demasiado. Sólo tenía ganas de decir que la bolsita del Mercadona y el contenedor jugueteando me dieron rabia. No sé si voy a encontrar algo que sea compatible conmigo. Pero si lo encontrara, supongo que al principio pondría la misma cara que esos dos de ahí arriba. Después te voy a pegar una paliza que te voy a dejar fino, por tardar, so pedazo de... remolón!

miércoles, 5 de agosto de 2009

Luna llena

Esta noche, 6 de agosto de 2009: mi ordenador del año de la pera, mi cuarto desordenado y caluroso y la misma tía triste y deprimente de siempre escribiendo chorradas con ese complejo de que este blog es su diario. Pero resulta que esta noche es maravillosa. Como dice una amiga mía, resulta que este momento es perfecto. No necesitas nada más. Realmente quiero muchas lunas para pasarlas remoloneando por aquí. La verdad es que no sabemos la suerte que tenemos de ver otra luna llena. La verdad es que no tenemos ni idea de la suerte que tenemos de cada segundo de vida y de conciencia. Por mi parte, creo que quiero cada uno de los recuerdos que se guardan en los rincones de mi mente. No quiero perder ninguno, todos son como el oxígeno de mis células. No me había dado cuenta hasta ahora de lo increíblemente remolona (q mola 2 veces, o más) que es mi vida, teniendo en cuenta que sólo soy una persona del montón, perdida en un inmenso mundo masificado de gente. Ayer pasaba con mis padres por esa calle del centro de mi ciudad que estoy harta de ver, y mi madre volvió a señalar el mismo balcón de cristales redondeados, la misma esquina del mismo edificio de las últimas 9000 veces que me ha contado la misma historia que vio en un documental... Y de pronto empecé a llorar. Porque me di cuenta de que quería escuchar esa historia 9000 veces más. Me di cuenta de que no me importaba el peste de los puros de mi padre. Creo que también mola dar clases en la academia de mi hermano y verlo todos los días, aunque sea un tirano. Y el paseo en bus hasta allí es precioso: la playa parece un lugar idílico por las mañanas. También es increíble que tenga dos amigas con las que he jugado a las muñecas y que me sigan llamando sin avisar cualquier sábado por la mañana para ir al mercadillo. Además nuestros juegos no fueron simples juegos de niñas, sino un universo creado que aún no se ha cerrado del todo. También fue increíble encontrar a Dana en ese instituto al que mis profesores del colegio no querían que fuera; recuerdo perfectamente cómo la encontré la primera vez sentada en un banco del pasillo una mañana que las dos llegamos (como siempre) bien temprano. Contrariando nuestros deseos, también fue una auténtica casualidad que aquella Navidad no encontráramos el juego que estábamos buscando en "Game" y cogiéramos el Guild Wars. Pero incluso después de todo eso, ¿cuántas posibilidades había de encontrarme entre tantos jugadores con alguien como Rikku? Los frikis y gamers empedernidos siempre habían sido para mí de otra galaxia; jamás, jamás en mi vida se me hubiera ocurrido encontrarme con vosotros, locos. Y menos ir a Madrid a conoceros, y mucho menos alegrarme tanto de haberos conocido. Podría contar más cosas, porque también amo mi carrera y mi universidad, aunque ya sólo quedan de esa época mis amigas, que sobra decir que tampoco son gente corriente. Bueno, todo este rollo tan mal escrito sólo era para decir que quiero más lunas llenas. Más lunas llenas, por favor. Muchas, muchas, muchas más. Para estar con toda esa gente que de verdad me gusta y que soy tan afortunada de tener conmigo.

miércoles, 29 de julio de 2009

La nave de Pi-piu.

Si le pica a alguien la curiosidad, diré que el título de esta entrada lo he puesto porque me apetecía. Ya explicaré alguna vez quién es Pi-piu. Para empezar sólo diré que es un marcianito de tela que aún no ha llegado a este mundo. Que se de prisa que Hipocondria se ha puesto delante del ventilador y no hace más que incordiarme. Pero ese es otro tema distinto del que quería hablar. ¡O quizá no! Porque Pi-piu existe en cierto modo sólo porque yo quiero pensar en él. Del mismo modo muchas cosas sólo están dentro de las cabezas de millones de seres humanos - esos bichos tan raros -, y existen y forman parte de nuestro mundo sin que nunca jamás haya habido tales cosas sobre la faz de la tierra. Por ejemplo, tú sabes lo que es un dragoncito rosa. Y eso es porque eres un maldito esquizofrénico perteneciente a la especie humana. ¿Dónde leches se ha visto un dragoncito rosa? Y sin embargo ese dragoncito rosa está flotando en un espacio paralelo e infinito, al lado de Pi-piu que viene montado en su nave hacia nosotros, desde una galaxia a años luz de aquí... Y hace fiuuu fiuuu... Y están ahí remoloneando los dos en esa otra dimensión... U.U Bueno, eso he tenido que decirlo porque esto se estaba pareciendo a una conferencia de la universidad. >.< en realidad sólo quería decir que estuve mirando videos en youtube y encontré algunos videos de Utada Hikaru muy guays!!!!! *-* iaaaaaah, hacedme caso, emos del planeta, no os suicidéis; merece la pena un segundo más de vida por miserable o absurda que sea. ya haruhi suzumiya se cansó del mundo y se reconcilió con él cuando encontró algo interesante, no? no importa cuán asqueroso sea todo mientras haya alguien que pueda crear cosas extrañas, bonitas y chulas así. (ahora a investigar cómo se ponen videos, a ver... jo, q torpe soy U^^ weno, lo pondré en plan cutre) http://www.youtube.com/watch?v=GyUE0BU49X0 y este es también rarillo xD http://www.youtube.com/watch?v=iR_GCMkRfbE U.U y nada, eso son las cosas q se me ocurren a mí remoloneando en youtube.

sábado, 25 de julio de 2009

Hipocondria: the show

Para quienes no lo sepan (como yo hace un minuto) "hipocondría" proviene del griego, "hipos"+ "kondrión", o "cartílago bajo", porque los hipocondriacos eran ni más ni menos que los que llegaban al médico tocándose la tripa cuando en realidad no les pasaba nada. A mí me han dicho más o menos que yo también tengo mucho cuento. Así que de hipocondría y ansiedad va la cosa. Hipocondria, amiga mía, saluda: - ¡Hola, amiguitos! El asunto, aunque parezca un rollo, es divertido. Miremos por ejemplo los síntomas que puede tener un trastorno de ansiedad: sensación de falta de aire, mareo, sudoración, taquicardia, náuseas, sensación de asfixia, escalofríos, hormigueo, rigidez muscular, sensación súbita de muerte. Doctor: - Hombre Pacooo, ¿cómo estás? Paciente:- Psss tirando... Aquí con un poquillo de sensación súbita de muerte, pero bien... Porque claro, si tienes ansiedad el médico no te hace caso. Tú estás verde, azul, amarillo... Pero desde que sacan en conclusión que lo que tienes es ansiedad (q a veces también es porque no saben lo que tienes) ya no importa lo que te duela, todo es ansiedad. "Doctor, esta semana estoy peor que cuando vine, me cuesta caminar", "Muy bien, muy bien". "Y me duele el pecho al respirar". "Perfecto". Tú estás cagado de miedo; él sonríe... No, si yo en realidad no culpo a los médicos. Esto de la ansiedad es muy chungo, muy chungo. Pero divertido. Total, ya te has lavado el cerebro con que no te pasa nada y tú intentas hacer tu vida normal: que te llaman para un cumpleaños, pues tú vas; que tus amigos salen por ahí, pues tú te apuntas. Bueno, ves doble, ¡pero estás bien, leñe! Por ejemplo, yo mañana me voy a un parque acuático, e Hipocondria se viene conmigo... Faltaría más.
Yo estoy encantada con Hipocondria, es una compañera muy estimulante. Por eso me he puesto la imagen de Noctis ahí arriba. ¿Qué os creíais, que no tenía nada que ver? Es por si acaso, por si me muero, morir contemplando la belleza... Remoloneando.

jueves, 23 de julio de 2009

Otro blog más en este ancho mundo...

Si algo he aprendido en estos días en que me he pasado horas y horas metida en mi casa es q hay cada blog q.... Madre mía, q de colgaos hay en el mundo. Y bueno, si ha cabido perfectamente el blog de Pepito el Bruto y el de la Susi-18, pues ya que ha salido este blog de manera absolutamente accidental y con el objetivo de ayudar al prójimo, pues ya lo editamos, pobrecito. Total, por uno más... "Remoloneando". ¿Por qué esa palabra? Pues porque es como la vida misma. ¿Qué es la vida sino un dulce remolonear con que nos hacemos los tontos hasta el último día? (Esto me ha quedao muy de Juan de Mena; que no digan que no soy filóloga). Y ya que estamos aquí, "remoloneando", haciendo tiempo, pues por qué no mirar la vida por el lado bonito, la vida en rosa. Por eso el color de este blog: pintemos la vida en rosa y así no veremos toda la mierda que lleva encima. Bueno, es por eso y porque me gustan el rosa y Hello Kitty. Ajajá! Y resulta que el rosa nos lleva a otra palabra que tiene mucha relación: "remolacha", que evidentemente tiene la misma raíz que "remolonear" (mentira, seguro que no tiene nada que ver). Rikku, si le hubieras puesto a ese peluche de nombre "Remolacha" como yo te dije, nada de esto hubiera sucedido. Porque está claro: re-molar, mola dos veces. Y tú, incansable viajero que en esta World Wide Web has caído en este blog, ¿qué haces leyendo esto y dejando pasar los minutos de tu tiempo? "Recuerde el alma dormida/ avive el seso y despierte/ contemplando/ cómo se pasa la vida,/ cómo se viene la muerte/ tan callando". Y si no eran así estos versos, es porque no quise acordarme. Y sigo aquí, como el pececillo rémora, remoloneando.