martes, 26 de enero de 2010

Palabras prestadas

Siempre viene bien cuando uno no sabe qué decir, o mejor dicho cuando uno no sabe cómo decir lo que siente que querría decir, tomar palabras prestadas. No, ni siquiera palabras. Pero eso me pasa a mí hoy.

martes, 19 de enero de 2010

Huir remolonamente

Salvo cuando la situación se torna trágica, la verdad es que la vida es una fuente inagotable de cachondeo. Hay bromas muy graciosas. Ahora mismo en la tele un tío más feo que Picio y medio-imbécil le pregunta a la hermana supermona de su novia que si está enamorada de él.¿Carcajada? No. Ya estoy acostumbrada de tal forma que mi rostro permanece imperturbable. Es el universo el que se ríe de mí contándome el mismo chiste una y otra vez. Yo sólo oigo cómo se ríe y se retuerce de risa. Al fin y al cabo, yo formo parte de ese chiste también. Igual que un donante de órganos, me di cuenta de que había "destinado" una parte de mí a varias causas, a varias personas. Al milímetro; nada se desperdiciaría. La razón es lo ya consabido: el amor al prójimo, la gratitud a la vida. Devolver el sacrificio que han hecho por ti. Pero no se trataba aquí de donar un riñón o el corazón, sino el afecto, el alma, los pensamientos, la dirección de tu vida, el origen de tus ganas de levantarte por las mañanas. Resulta que sin querer había sometido a mis deseos a una especie de prostitución. A cambio de no se sabe qué, ellos tenían que mentir y hacer lo que no sentían. El chantaje es muy complejo y delicado, sutil como una tela de araña. Lo que pasa es que no es fácil salir de ahí. Pero al menos he podido disfrutar de la necesidad de huir.

miércoles, 6 de enero de 2010

De amor y daltonismo...

Siempre me curo en salud ante mis amigos diciendo que no sé nada de música y me guío sólo por mi capricho en lo que a gustos musicales se refiere. Porque además es la verdad verdadera. Supongo que soy una idiota cuando me rindo a las novedades más o menos comerciales que suenan por ahí... Pero lo cierto es que, sí, amigos míos frikis y no frikis, de aquí o de allí, a mí me encanta... Bueno, mejor no lo digo y así mantengo mi carisma un poco más de tiempo. Imaginadlo todo, cualquier cosa; seguro que acertáis. Pero, ¿no le pedí yo a los Reyes un corazón más ligero? Pues no estaba esta mañana debajo de mi árbol; ni el novio guapo y rico que pedí más tarde en sustitución; ni el bmw; ni el manual de cómo dejar de ser idiota en 2010... Ni el trozo de carbón. Así que, ¿cómo se supone que iban a cumplir mi deseo? Pues fíjate: como los Reyes son magos, se las han ingeniado para darme un corazón más ligero de la mejor y más fácil manera (también les ha salido la más barata, todo hay que decirlo): han puesto en mi camino una canción. Hoy, de repente, recordé una canción que cantaron en Nochevieja mis amigos en el "Lips" de la X-box, una canción llamada "Yellow". ¿"Yellow"? ¿Eso qué es? - pensé yo. Y entre las lentejuelas y la fiesta aquella canción (que ya me sonaba) le tendió una emboscada a mi corazón. Lástima que nadie más sepa hacer eso. "Et voilà!": el gran Youtube me ha llevado al encuentro de mi amor para que yo pueda enredarme más en sus redes sin saber ni cómo ni por qué. Es una canción seguramente repetitiva, estúpida, con una letra simple... Y peor, es de Coldplay, que como alguno se enterase me mataba (no soy yo la que tiene nada contra Coldplay, ¿eh?). Pero ¿y qué? Si todo es amarillo, si esta sensación es libre, daltónica, loca, irracional como debe ser el amor, me importa tres pepinos de dónde venga. Podría ver la cara de drogata de este tío caminando por la playa 800 veces.

lunes, 4 de enero de 2010

Queridos Reyes Magos:

Como mi blog no lo lee nadie, y ya soy mayor y vaga, ha llegado el día 4 de enero y he pensado "pues la carta vía Internete". Y así, como vosotros sois magos, ya la encontraréis y recibiréis mis deseos. Este año he sido muy mala; más mala que nunca. Dentro de mi rango de maldad entran cosas como no estudiar nada de nada, no ordenar mi cuarto, comprarme caprichitos inútiles de 2€ constantemente, hacerme amiga de Hipocondria, no conseguir ser feliz ni dos días seguidos, rechazar a un chico por cosas como por ejemplo, ser tartamudo, proyectar cosplays que nunca haré, consumir anime por vía intravenosa por pura inercia, codiciar bienes ajenos aunque sé que yo no sería feliz con ellos, hacerme un estúpido "tuenti", escribir un blog. Pese a todo, como soy un ser humano y ya dicen que "bicho malo nunca muere", este corazón de piedra todavía tiene la poca vergüenza de escribiros, incluso aunque no crea mucho en vosotros. Aún creo que tengo deseos porque aún creo que la cosa se puede enderezar y puedo ir a alguna parte, de algún modo... Es útil creer en los milagros. Porque lo que os quiero pedir es un milagro. Lo siento mucho pero no os voy a pedir la cocinita de la barbie como aquella Navidad de hace ya tantos años... ¿Os acordais? Yo sí que me acuerdo. Me metí en la cama aquella noche de Reyes con una cosquillita inaguantable en el estómago pensando que llegaríais volando en vuestro camello hasta mi salón para traer la cocinita. Pero por mucho que me gustara estar ahora mismo en aquel momento, eso ya pasó. Ahora no necesito una cocinita para sentir ilusión; ahora casi lo que me hace falta es un corazón nuevo. Un "corazón" más ligero para 2010. Vosotros veréis cómo se hace eso; yo no sé nada de magia. A lo mejor vale con un trozo de carbón.