jueves, 13 de mayo de 2010

Ausencia

Ayer estuve bastante triste. Hace tiempo que no veo a Hipocondria. La echo de menos. Fue un día duro, muy duro, de esos que nunca se acaban y hagas lo que hagas, todo sale mal. Pero ella no vino a visitarme. ¿A qué se debe este silencio? Me siento más sola sin ella. Ella al menos me contaba cosas, era un hombro en el que llorar. Me gustaría que Hipocondria viniera y me hiciera llorar. Creo que en el fondo era una buena amiga, que se preocupaba por mí. Ahora como ella no está, todo está silencioso y tranquilo, y nadie se preocupa por mí. Ayer por la tarde me escapé a caminar por ahí, a la hora del atardecer. Fue un paseo algo melancólico. Sigo pensando que yo debería hacerme emo, ya que en el fondo me encantan sobre todo las canciones mas tristes de Tokio Hotel. Estuve pensando a solas en las muchas cosas que he aprendido en sólo cinco meses con mis alumnos. Yo no les he enseñado a ellos casi nada, pero ellos me lo han enseñado todo. Observándolos, finalmente comprendo el sentido de la vida. Tiene que ser absurda, sin ningún tipo de duda. El misterio desvelado, ahora sí que puede uno morirse tranquilo.